La Unión Europea es una asociación económica y política única en su género y compuesta por 28 paises europeos que abarcan juntos gran parte del continente. Esos países que pertenecen a la Unión Europea a fecha Abril de 2017 son: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía y Suecia.
El origen de la UE se encuentra en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Sus primeros pasos consistieron en impulsar la cooperación económica con la idea de que, a medida que aumentara la interdependencia económica entre los países, disminuirían las posibilidades de conflicto.
En 1958 se creó, pues, la Comunidad Económica Europea (CEE), que en un principio establecía una cooperación económica cada vez más estrecha entre seis países: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Posteriormente, se creó un gran mercado único que sigue avanzando hacia el logro de todo su potencial.
En el mercado único de la UE (también llamado a veces “mercado interior”) las personas, los bienes, los servicios y los capitales, y los capitales, pueden circular libremente, como si estuvieran en un mismo país. El reconocimiento mutuo desempeña un papel fundamental cuando se trata de eliminar los obstáculos al comercio.
Los ciudadanos de la UE pueden estudiar, vivir, hacer compras, trabajar y jubilarse en cualquier país de la UE… además de disfrutar de productos de toda Europa.
La desaparición de las barreras europeas
Para crear el mercado unificado de la Unión Europea, hubo que suprimir cientos de barreras técnicas, jurídicas y burocráticas que impedían la libertad de comercio y circulación entre los Estados miembros de la UE.
Resultado: las empresas expandieron sus actividades y la competencia resultante abarató los precios. Para el consumidor, la oferta aumentó:
- hoy en día, llamar por teléfono en Europa cuesta una pequeña parte de lo que costaba hace diez años
- muchas tarifas aéreas han bajado sensiblemente y se han abierto nuevas rutas
- muchas familias y empresas pueden elegir su proveedor de gas y electricidad.
La UE, con la ayuda de las autoridades reguladoras y de competencia europeas, trabaja para que estas libertades más amplias no vayan en detrimento de una competencia justa, protección para los consumidores y la sostenibilidad del medio ambiente.
La enorme oportunidad de negocios para vender a todos los ciudadanos de Europa.
Las empresas europeas que venden en el mercado de la UE tienen acceso ilimitado a cerca de 500 millones de consumidores, lo que les permite mantener su competitividad. Además, el mercado único resulta atractivo para los inversores extranjeros.
Por otra parte, la integración económica puede ser muy beneficiosa en época de recesión: los países de la UE pueden seguir comerciando entre sí en lugar de recurrir a medidas proteccionistas que agraven la crisis.
Algunas barreras que siguen en pié.
Sigue habiendo no pocos obstáculos en determinados sectores donde la integración va más despacio:
- la fragmentación de los sistemas fiscales nacionales impide que se integren los mercados y los hace menos eficientes
- sigue habiendo mercados nacionales propios de servicios financieros, energía y transportes
- el comercio electrónico se ha desarrollado más lentamente entre los países de la UE que dentro de cada uno, y sigue habiendo grandes diferencias en cuanto a legislaciones, normas técnicas y prácticas habituales
- el sector de servicios sigue rezagado con respecto a los mercados de bienes (y ello pese a que desde 2006 las empresas pueden ofrecer toda una serie de servicios transfronterizos desde su sede central)
- las normas sobre reconocimiento de las cualificaciones profesionales deben simplificarse para que los trabajadores puedan encontrar empleo más fácilmente en otros países de la UE.
Caso aparte es el mercado de servicios financieros. La UE quiere establecer un sector financiero sólido, seguro e inmune a crisis como la de 2009. Para ello hay que supervisar las entidades financieras, regular los productos financieros complejos y exigir a los bancos que cuenten con mayor capital propio. Al crearse la unión bancaria, los mecanismos de supervisión y resolución de varios países miembros pasaron a manos de la UE. También existe el proyecto de una unión de mercados de capitales que abarque toda la UE. Su objetivo sería:
- reducir la fragmentación de los mercados financieros
- diversificar las fuentes de financiación
- reforzar los flujos de capitales entre los países miembros
- mejorar el acceso a la financiación para las empresas, sobre todo las pyme.
Control de las fronteras exteriores:
Los ciudadanos de la UE no necesitan pasaporte para viajar dentro del espacio Schengen, que integran hoy en día 26 países:
- todos los de la UE excepto Bulgaria, Chipre, Croacia, Irlanda, Rumanía y el Reino Unido
- Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
Los países Schengen ya no controlan sus fronteras internas. En cambio, en las externas los controles se han intensificado.
Para garantizar la seguridad dentro del espacio Schengen, los países que lo integran han intensificado la cooperación policial: por ejemplo, en las persecuciones la policía puede cruzar fronteras, y cuando los sospechosos cambian de país se les sigue vigilando. Gracias al Sistema de Información de Schengen, las autoridades aduaneras, policiales y fronterizas pueden intercambiar alertas sobre personas buscadas o desaparecidas y vehículos o documentos robados.